El envejecimiento está directamente relacionado con la genética y los hábitos de vida. Por eso, cuanto antes empecemos a cuidarnos, mejor calidad de vida tendremos. Lo idóneo es alargar los años de vida de la forma más saludable posible para no desarrollar enfermedades.
Esa es la finalidad de una disciplina médica multidisciplinar que poco a poco está cobrando mayor importancia, la medicina ‘antiaging’ o antienvejecimiento, orientada a mantener las funciones vitales y mejorar la calidad de vida. “Vivir más y mejor se consigue adelantándose a los problemas del futuro”, aseguran desde la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad (Semal).
Según su presidente, el doctor José Serres, se trata de una especialidad multidisciplinar y básicamente preventiva. “No es tanto mejorar la longevidad, sino que los años que vivamos sean con calidad de vida. Que se viva y se viva bien, en las mejores condiciones de salud. Hay que cuidarse siempre. Diría que esto habría que planteárselo desde la niñez, para así evitar enfermedades como futuros problemas de obesidad o cáncer. Pero, claramente, si no lo hemos hecho nunca, a la edad de 40 es el momento en que debemos planteárnoslo de forma seria, sí o sí”, insiste.
No es tanto mejorar la longevidad, sino que los años que vivamos sean con calidad de vida. Que se viva y se viva bien, en las mejores condiciones de salud. Hay que cuidarse siempre
La medicina ‘antiaging’ no es una especialidad como tal, añade Serres, sino que cada médico en su especialidad puede desarrollar una medicina antienvejecimiento propia. Así, pueden trabajar en el envejecimiento de una persona desde la dermatología hasta un médico especializado en problemas digestivos o en estética.
El doctor José María Ricart, director del Instituto Médico Ricart de Valencia (España), centrado en esta disciplina, y jefe de Dermatología del Hospital Quirón de la misma ciudad, subraya que el envejecimiento celular no es solo el responsable de la flacidez de la piel o de las arrugas, sino también el origen de enfermedades de naturaleza cardiovascular y uno de los desencadenantes del cáncer. “Con el objetivo de prevenir e incrementar tanto la calidad como la esperanza de vida, nace la medicina ‘antiaging’. Nosotros analizamos y tratamos los biomarcadores tumorales y los antecedentes genéticos involucrados en la prevención de las enfermedades asociadas al envejecimiento”, agrega.
El problema, subraya el médico, es que la medicina tradicional suele tratar a las personas cuando ya están enfermas, no se trabaja para evitar esas enfermedades. La ‘antiaging’, en cambio, promueve los estudios genéticos del paciente para conocer con exactitud las debilidades que tendrá una persona durante el envejecimiento. Se analiza, asimismo, cómo están envejeciendo las células y se valoran los telómeros o guardianes de células, encargados de que las duplicaciones de las primeras sean las correctas.
Así, indica Ricart, se puede adivinar cómo está envejeciendo una persona, y, con su historia clínica y un examen físico completo, determinar cómo ella puede trabajar por un envejecimiento más saludable.
Según el doctor José Serrés, la medicina ‘antiaging’ se basa en 5 puntos principales de prevención:
Dieta saludable
“Una causa demostrada que aumenta la esperanza de vida es la restricción calórica. Hay estudios con animales en los que si estos comen menos viven más años. Hay que procurar comer con moderación y mucha fruta y verdura, con menos carne de lo habitual y evitando el alcohol de alta graduación”, precisa.
Ejercicio físico
Serrés explica que la actividad física tiene que ser moderada, porque en exceso también oxida. Con hacer media hora o 45 minutos al día es suficiente. Este ejercicio irá en función de la edad y de cada paciente: hay quien podrá hacerlo más fuerte, y otras personas que por su condición tendrán que conformarse con caminar 30 minutos diarios.
Según un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud, el 28 por ciento de los adultos del mundo (aproximadamente 1.400 millones de personas) no practican ninguna actividad física de forma regular.
El control del estrés
“El estrés pasa factura sobre nuestra salud: hará que aumenten las hormonas ‘malas’, como el cortisol, o la secreción de insulina, una serie de descargas hormonales que aumentan el proceso de envejecimiento de forma drástica”, indica el médico. La Universidad de Yale (Estados Unidos) concluyó en una investigación difundida el pasado mes de julio que, en el mundo, uno de cada cinco empleados sufre de estrés crónico.
Calidad del sueño
“Es muy importante porque es el momento en que el organismo se ‘resetea’ ”, dice el experto. Serrés subraya que se debe dormir en absoluta oscuridad “porque si no, la melatonina no se segrega y entonces el sueño no es tan reparador como debería, además de que no permite que hormonas como la serotonina o la dopamina (buenas) se segreguen bien”.
Otra recomendación del especialista es evitar el uso de pantallas una hora antes de acostarse porque estimulan un exceso de actividad del cerebro.
Control hormonal
“A medida que envejecemos declinan las ‘hormonas buenas’ (hormona de crecimiento, testosterona, progesterona y estrógenos, vitales para conservarnos en buenas condiciones) y aumentan las que no son tan buenas, como el cortisol o la insulina. Por ello es importante realizarse analíticas –también genéticas– regularmente para valorar la predisposición que tenemos a padecer determinadas enfermedades”, señala.
EUROPA PRESS
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